PARA VIAJAR LEYENDO:
y tocar con la mente, los ojos y el corazón.


  • La mano de plata que se llama Jamsa o Cinco, es un amuleto más poderoso en cuanto más nos impresiona su belleza. Así nos damos cuenta de que la belleza de las cosas que nos rodean tiene un poder: la magia de ayudarnos a vivir. Casi todas las Jamsas que tengo me las han regalado mis amigos más queridos de Marruecos y las que aparecen en cada uno de los capítulos de La mano del fuego tienen también por eso la magia de la amistad. Además de los múltiples significados que la Jamsa tiene en ese libro que quiere ser un libro amuleto para quien quiera aceptarlo así: un libro Jamsa, libro mano, un elogio del tacto y de sus poderes. Gracias a ese libro, a través de él, sigo recibiendo de regalo manitas de plata llenas de afecto y de belleza. La más reciente es envío de una artista mexicana que vive en Londres, Jazmín Velasco. Lo publicó en su blog y me lo envío por FaceBook. Pensaba llevarse el libro La mano del fuego en un viaje que finalmente no pudo hacer, creo que por problema de visas. Pero lee el libro y viaja con él. Y le pide a su pareja, quien sí hizo el viaje, que le compre una Jamsa y le envíe fotos de su trayecto. Jazmín, generosa, me envía una breve anotación de su lectura, donde señala con certeza claves del sentido que tiene el libro. También me envía la foto de la manita de plata, la Jamsa, que le han comprado. En La mano del fuego es importante un "quiote", la flor del maguey que surge airada una sola vez en la vida de la planta y justo antes de morir. El relato del libro surge en la boca de uno de los protagonistas como una flor de maguey, una cascada de vitalidad antes del ocaso. Este es el texto de Jazmín Velasco:

    "Leyendo La mano del fuego:
    El hábito de leer regresó hace mucho a mi vida. Antes leía más de un libro a la vez pero ahora leo hasta cinco simultáneamente. Uno de ellos es La mano del fuego, de Alberto Ruy Sánchez. Lo estaba guardando para mi viaje a Omán porque se trata de un escritor que está estudiando un Kama Sutra árabe. También es sobre la cerámica, el fuego, los amantes... Es un libro sobre el fuego de la pasión.

    Hay algunos libros que parecen estar ahí para recordarnos la importancia de los sentidos cuando dejamos de apreciarlos. Cuando leí El Perfume, de Patrick Suskind sentí como si de pronto aprendiera a oler. Mi sentido del olfato es malo pero recuerdo que en aquel momento mi nariz funcionaba mejor. Bueno, este libro es comparable a El Perfume pero sobre el sentido del tacto. No sólo el sentido de tocar con las manos sino también con la mente, con los ojos y con el corazón. Realmente bueno.

    Pero no voy a decir más, todavía estoy leyéndolo. Aquí pueden ver las fotografías que Colin tomó para mí, para mostrarme lo que me estaba perdiendo. Y la mano de Jamsa que le pedí que me trajera. Esta mano es un símbolo que aparece a lo largo de todo el libro." J.V.



    Dos quiotes con la flor a punto de volverse dorada. Dicen que los pájaros esperan que madure para comérsela.